sábado, 16 de octubre de 2010

Vuelo de gaviota

.



Realicé mi anhelo...
me enseñaste a sentir
sangrar... ...amar

naufragaba a la deriva
y las olas me alejaban
y transportaban al fondo
con la furia de la ignorancia

del sentimiento olvidado
del castigo de mi realidad
tengo las pupilas dilatadas
con la visión borrosa

del efecto sanador tuyo
que actuó en la realización
de mi vuelo de gaviota
sin comprensión de la razón

sólo mi alma entiende
lo que germinó de mi espíritu
a través de lo vivido...
anhelo rugiente, deseado...

latente
esperado
emergiendo del desierto
de mi
existencia

devoró con calma
la implacable espera
de mi sueño perdido
pero que llegó sin verlo

estremeció con infinita ternura
olvidada por mí, radiante
recorrió las montañas
y terminó en un río fecundante

Oh anhelo deseado... estás
ríes, lloras, vuelas... te tengo

.

4 comentarios:

Arleqino dijo...

calma, todo está en calma.

el alma en naufragio encuentra sus recodos y el paisaje mismo es el alma atravesándose entre idas y venidas de ideas, contrechas, cosechas descocidas, del tiempo, surcado de relámpagos, contaminando pureza hecha sin deshechos, sin complejos, sin ardides, sin materia ni sustancia.

estancias.

ya no hace falta castigar
c
.

que el beso cure.

Mercedes Pinto dijo...

Me alegro de que llegara ese sueño perdido, ese amor. Aunque también la espera tiene cierto sabor dulce.
Me alegra poder saludarte, amiga Cassandra.

Natasha dijo...

Como siempre amiga guapa, escribes abriendo el alma, esta vez has dejado escapar tu sentir en alas de una gaviota que vuela tratando de reconocer a aquel o aquello que le ha enseñado a tomar vuelo y elevarse sobre las olas bravías. Muy linda esa imagen del río fecundante en el que parece terminar el vuelo... te cuidas y sigue volando con tus sentires

Besos volados

Naty

TORO SALVAJE dijo...

He volado por tu poema haste ese final hermoso.
Me alegro de que así sea.

Besos.