sábado, 16 de octubre de 2010

Vuelo de gaviota

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Realicé mi anhelo...
me enseñaste a sentir
sangrar... ...amar

naufragaba a la deriva
y las olas me alejaban
y transportaban al fondo
con la furia de la ignorancia

del sentimiento olvidado
del castigo de mi realidad
tengo las pupilas dilatadas
con la visión borrosa

del efecto sanador tuyo
que actuó en la realización
de mi vuelo de gaviota
sin comprensión de la razón

sólo mi alma entiende
lo que germinó de mi espíritu
a través de lo vivido...
anhelo rugiente, deseado...

latente
esperado
emergiendo del desierto
de mi
existencia

devoró con calma
la implacable espera
de mi sueño perdido
pero que llegó sin verlo

estremeció con infinita ternura
olvidada por mí, radiante
recorrió las montañas
y terminó en un río fecundante

Oh anhelo deseado... estás
ríes, lloras, vuelas... te tengo

.